¿Qué es Fátima?
Fátima es la intervención del Cielo para salvarnos de
persecución, guerra, aniquilación, esclavitud e infierno.

Fátima es una visita de María, Nuestra Madre Celestial, en nuestra época para nuestra época. Es un Mensaje de afecto, un plan práctico para la paz del mundo, una promesa del Cielo.

Es la intervención del Cielo para salvarnos de persecución, martirio, guerra, esclavitud o aniquilación. Sobre todo, es una manera de salvar a nuestras almas del infierno. El Mensaje de Fátima es para todos y cada uno de nosotros.

Hoy, Nuestra Señora, por disposición de la Providencia Divina, le invita a aprender La Verdad Completa Sobre Fátima, al darle esta oportunidad de conocer Su hermoso Mensaje de Fátima.

La Santísima Virgen María, la Madre de Dios, se les apareció seis veces a tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta, entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. Ella vino a la pequeña aldea de Fátima, que había permanecido fiel a la Iglesia Católica durante las recientes persecuciones del gobierno.


El Mensaje de Nuestra Señora.-

Ella vino con un mensaje de Dios para cada hombre, mujer y niño de nuestro siglo. Nuestra Señora de Fátima prometió que el mundo entero estaría en paz y que muchas almas irían al Cielo si escuchamos y obedecemos Sus pedidos.

Ella nos dijo que la guerra es un castigo por el pecado; que Dios castigaría al mundo por sus pecados en nuestra época por medio de guerras, hambre, persecución de la Iglesia y persecución del Santo Padre, el Papa, al menos que escucháramos y obedeciéramos los mandatos de Dios.


¡Fátima Hoy!

En Fátima, el Papa Juan Pablo II dijo el 13 de mayo: “el Mensaje de Fátima es más pertinente y más urgente” hoy que cuando Nuestra Señora se apareció por primera vez. El mensaje es una súplica angustiosa de Nuestra Madre Celestial, que nos ve en gran peligro y que viene a ofrecer Su ayuda y consejo. Su mensaje es también una profecía, una indicación clara de lo que iba a suceder en el siglo XX, y de lo que todavía va a suceder infaliblemente en un futuro cercano, todo dependiendo de nuestra respuesta a Sus pedidos.


La Iglesia da su aprobación a Fátima.-

La Iglesia Católica ha ratificado el Mensaje de Fátima desde 1930. Cinco Papas consecutivos han dado a conocer públicamente su aprobación a las apariciones de Nuestra Señora de Fátima y a Su mensaje. Dos Papas fueron a Fátima en Peregrinación. El Papa Juan Paulo II fue allá dos veces, una vez el 13 de mayo de 1982, y otra vez el 13 de mayo de 1991.


Dios mismo da Su Ratificación a Fátima.-

Como un gran signo de que la totalidad de este mensaje viene en verdad de Dios, un milagro maravilloso tuvo lugar en el cielo encima de Fátima, ante 70.000 testigos, el 13 de octubre de 1917, a la hora, fecha, y lugar que Lucía y los otros dos niños habían profetizado en nombre de Nuestra Señora de Fátima.

También como fue profetizado, Francisco y Jacinta murieron con olor a santidad en 1919 y 1920. Lucía se hizo una hermana Carmelita. La Hermana Lucía vive todavía. Ella tiene 91 años.

Nuestra Señora de Fátima continúa haciendo milagros hoy, a través del agua de Fátima, que es enviada desde Fátima a todas partes del mundo. El agua de Fátima brotó en Fátima, en el lugar donde el Obispo le dijo a la gente que excavara, muy cerca del lugar donde Nuestra Señora se apareció en la Cova da Iría (la Cova de Paz) en Fátima. Todavía, otras personas se curan cuando van en peregrinación a Fátima, que está a unos 140 kilómetros al norte de Lisboa, Portugal.

Cuando él fue a Fátima, el Papa Juan Pablo II dijo: “El Mensaje de Fátima es dirigido a todos los seres humanos.”


Cova de Iría, Fátima, Portugal

La Virgen María, vestida del sol, en su máximo esplendor, se aparece a tres pastorcitos en seis oportunidades, ante multitudes crecientes de testigos.

Realiza revelaciones sobre castigos divinos que caerán sobre la humanidad si ésta no se arrepiente y convierte, y anuncia el triunfo final del Inmaculado Corazón de María. El 13 de octubre de 1917, en su última aparición, setenta mil testigos presencian un hecho conocido a partir de allí como “el milagro del sol”. Fátima marca claramente un cambio de rumbo en la historia de la humanidad.

No puede entenderse Fátima si no se la interpreta como la materialización de lo anunciado en el libro del Apocalipsis, capítulo 12, escrito por San Juan Evangelista, a partir de visiones que tuvo durante su estancia en la isla griega de Patmos.

Allí se anuncia que “en ese tiempo una gran señal aparecerá en el cielo: Una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre Su cabeza. Está por dar a luz.”.

Fátima es un hito que señala una intervención más cercana de María en estos tiempos que vive el mundo, y a la cercanía del retorno de Jesús en Gloria, representado allí como Su segundo nacimiento, nuevamente en María, Su amada Madre.

¿El momento? 1917 es un momento muy especial para la humanidad. Gran parte del mundo civilizado sufre la primera guerra mundial, mientras el comunismo realiza su primera gran conquista práctica: alcanza el poder en Rusia a partir del éxito de la revolución bolchevique. Si se analiza una vez más Apocalipsis 12, allí también veremos el anuncio de otra señal en la tierra: la llegada de un “gran dragón rojo, que tratará de devorar a su Hijo en cuanto la Mujer diera a luz”. En varias apariciones María ha aclarado que el dragón rojo es una representación Bíblica del comunismo ateo, que arrastra a millones de almas a la negación de Dios, e intenta poner a la humanidad de espaldas a Jesús, en los momentos previos a su retorno en Gloria.

1917 marca entonces un año muy especial por el doble acontecimiento: la venida de la Mujer vestida del Sol, en Fátima, y la llegada del dragón rojo al mundo, con el comunismo tomando el control de una de las mayores naciones de la tierra.

¿Los videntes? Tres jóvenes pastorcitos: dos hermanos de 9 y 7 años, Francisco y Jacinta Marto, y su prima de 10 años, Lucia Dos Santos. En un Portugal rural, pobre y alejado, configuraban la más total ausencia de conocimiento teológico o histórico sobre el mundo, la Iglesia o aún sobre la propia existencia del Papa.

María opta por almas pobres y desprovistas, de tal modo de resaltar la magnitud de su Presencia, buscando solo pureza y humildad en sus instrumentos elegidos.

Los niños sufrieron persecución política durante las apariciones, siendo secuestrados por la autoridad política mas cercana (Portugal sufría una dictadura en esa época), y recibieron la amenaza de ser hervidos en un caldero de aceite, en caso de no confesar los mensajes secretos que les entregara la Virgen. Ante la valiente negativa de los niños, durante tres largos días, fueron liberados y enviados nuevamente a sus hogares.

En la primera aparición, María anuncia que Jacinta y Francisco se irían rápidamente con ella al Cielo (ambos fallecieron poco tiempo después, luego de sufrir penosas enfermedades), mientras Lucía iba a permanecer un tiempo más, para difundir la devoción al Corazón Inmaculado de María en todo el mundo. Lucía aún vive, como religiosa en un convento de clausura en Portugal.

¿Los testigos? En las seis oportunidades en que María se presentó a los niños, empezando el 13 de mayo de 1917 y culminando el 13 de octubre del mismo año, se fueron acercando en cantidad creciente testigos deseosos de ver a María. En la última aparición, setenta mil personas acompañaron a los niños en su diálogo final con nuestra Madre Celestial.

Durante las apariciones, mientras los pastorcitos dialogaban con la Madre Celestial, los testigos veían una nube sobre la pequeña encina en la que se posaba María. También sentían un sonido peculiar, como un leve zumbido, y veían como se arqueaban las ramas del árbol ante el peso de algo que era invisible para ellos.

María anunció a los videntes que en su  última aparición, del 13 de octubre, daría una prueba de Su Presencia. Y así fue: los setenta mil asistentes presenciaron el milagro del sol, el que fue visto desde distancias de hasta cuarenta kilómetros de la Cova de Iría.

¿Hubo antecedentes previos? En 1915 los pastorcitos habían tenido, mientras cuidaban a sus ovejas, la aparición de un Ángel, que se presentó como el Ángel de La Paz, y les enseñó una oración para que la repitan con él: “Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman”.

Luego se apareció dos veces más, presentándose como el Ángel de la Guarda, el Ángel de Portugal. Les enseñó el resto de la oración, dándole la Eucaristía a Lucía (que ya había recibido la Primera Comunión) y de beber el Cáliz a Jacinta y Francisco.

A partir de esta experiencia, los niños empezaron una activa vida de oración, de penitencia y sacrificios en expiación de los pecados del mundo.

¿De qué manera se manifestó María a los niños? Durante la tarde del domingo 13 de mayo de 1917, mientras los niños pastaban a su rebaño, vieron un relámpago en un día de pleno sol. Mientras llevaban a sus ovejas a un lugar protegido observaron a muy  corta distancia, sobre una encina de poco más de un metro de altura, una nube sobre la que estaba parada una hermosa Mujer, con un vestido de luz, y un resplandor que parecía provenir del mismo sol. Tenía sus manos en posición de oración, mientras pendía de las mismas un Rosario de cuentas brillantes como perlas, y una Cruz pequeña plateada. Lucía y Jacinta podían verla y oírla, mientras Francisco solo podía verla. La Virgen en un momento abrió sus manos, saliendo de las mismas una Luz más fuerte que el sol, que los niños entendieron era la Luz del Mismo Dios.

En la primera aparición María les pidió que vuelvan los días trece de cada mes, por seis meses consecutivos, a la misma hora y al mismo lugar. Los niños, culminada la aparición, veían a María elevarse hasta el Cielo, el cual se abría dando cabida a una imagen celestial que se elevaba entre los astros. Luego, todo retornaba a la normalidad en la Cova de Iría.

¿Cuál fue el mensaje entregado por María? A lo largo de las seis apariciones, nuestra Amadísima Madre Celestial fue entregando una serie de mensajes que cambian el curso de nuestro entendimiento sobre el mundo en que vivimos. Ante todo hubo varias advertencias al creciente apego al pecado y a la negación de Dios en el mundo moderno.

María advierte sobre la necesidad de orar el Santo Rosario, pedir perdón por los pecados del mundo y orar por la Paz. Nuestra Madre anuncia el fin inminente de la primera guerra mundial, pero advierte que en caso de no convertirse, el mundo enfrentaría pronto una guerra peor aún (fue la segunda guerra mundial, que se inició en 1939).

María les muestra el infierno a los tres niños, que ante el horror miraron a la Virgen con sus rostros demudados. Nuestra Madre Celestial les dijo que para evitar que mucha gente pierda su alma y fuera allí, Dios quería instaurar la devoción al Corazón Inmaculado de María, ya que a través de la misma se podrán salvar a muchas almas (primera parte del mensaje). También advierte sobre el peligro del comunismo ateo, y pide la Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María, como freno a la difusión del error por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia.

María anuncia mucho sufrimiento al Papa y a la Iglesia. Finalmente, La Virgen realiza una advertencia: si los hombres no se convierten y arrepienten, ya no podrá detenerse el castigo de Dios a tanta ofensa y traición a su amor. Un gran castigo se abatirá sobre la humanidad, varias naciones serán aniquiladas, habrá guerra, hambre y persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre (segunda parte del mensaje).

¿Cuál es el contenido del tercer mensaje secreto de Fátima? La Virgen también dio a Lucía la tercera parte del mensaje, pero le pidió que se lo entregue a las autoridades religiosas, para que lo difundan en una fecha que Lucía les comunicó. Varios Papas han leído este tercer mensaje secreto, habiendo sufrido conmoción al hacerlo, y evitando su difusión o conocimiento.

Finalmente, durante el año 2000 la Iglesia difundió oficialmente el tercer mensaje de Fátima. En el mismo se habla del llamado a la penitencia, de persecuciones a la Iglesia, a los religiosos y religiosas, y al mismo Santo Padre, y de mártires de la Iglesia que se generarán en nuestros tiempos. Todo esto fue presentado a los tres pastorcitos en una visión donde María tenía un papel protagónico, como protectora y pastora del mundo en estos tiempos. De todos modos, la controversia respecto del tercer mensaje de Fátima no se ha agotado, a pesar de la versión oficial que la Iglesia difundió sobre el mismo. Por ejemplo, en el libro del Padre Gobbi la misma Virgen María hace referencias al tercer mensaje, indicando que el mismo se refiere al inminente regreso de Cristo en Gloria y al triunfo del Inmaculado Corazón de María.

¿En qué consistió el milagro del sol? En su última aparición, se concentraron en la Cova de Iría setenta mil testigos, que deseosos de asistir a la prueba de Presencia Celestial que María había anticipado a los tres niños, soportaron una jornada de fuerte temporal. En medio del lodazal y la lluvia, comenzó la aparición. Cuando la misma estaba por culminar, se abrió el cielo y se vio el sol como un inmenso disco de plata. A pesar de su brillo intenso podía ser mirado a simple vista.

La multitud lo contemplaba absorta, cuando súbitamente, el astro se puso a bailar. Giró rápidamente como una gigantesca rueda de fuego, se detuvo de repente, y poco después comenzó nuevamente a girar sobre si mismo, a una velocidad sorprendente. Finalmente, en un torbellino vertiginoso, sus bordes adquirieron un color escarlata, esparciendo llamas rojas en todas direcciones. Estas se reflejaban en el suelo, en los árboles, en los rostros vueltos hacia el cielo, reluciendo con todos los colores del arco iris. El disco de fuego giró locamente tres veces, con colores cada vez más intensos, tembló espantosamente, y describiendo un zigzag descomunal, se precipitó sobre la multitud aterrorizada. Un único e inmenso grito escapó de todas las gargantas. Todos cayeron de rodillas en el lodo, pensando que serían consumidos por el fuego.  Esto se pudo ver hasta a cuarenta kilómetros de distancia. Muchos rezaban en voz alta, mientras el sol volvía a su posición normal, retornando la paz al lugar. Sorprendentemente, la ropa empapada por la lluvia y el lodazal del lugar, se habían secado por completo en toda la multitud congregada

¿Qué dijo la Iglesia sobre Fátima? En los años posteriores a la aparición, se inició un proceso formal de investigación, que culminó en 1930 cuando el Obispo de Leiría aprobó la devoción a la Virgen de Fátima.

Varios Papas han reafirmado y manifestado su devoción a Fátima, siendo quizás Juan Pablo II el Papa que más abiertamente expresó su amor por María, a través de la reafirmación de la importancia del Corazón Inmaculado, que nuestra Madre nos presentó como seguro refugio, en Cova de Iría.

¿Qué efecto produjo Fátima en las décadas siguientes? María pidió oración del Santo Rosario en su tercera aparición, y agregó la siguiente jaculatoria, para el final de cada misterio: “Oh Jesús mío!, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al Cielo, principalmente a las que más lo necesiten”.

En este pedido se esconde el secreto del Triunfo del Corazón Inmaculado que María anunció: la oración vencerá finalmente al mal, cuando todo parezca perdido.

María nos vino a anunciar crisis en la Iglesia, el mal que el comunismo iba a traer a la Fe, y una advertencia: si el mundo no se convierte, la ira de Dios volcará su Copa (como está escrito en el Apocalipsis) sobre esta empobrecida humanidad. La justicia vendrá finalmente para rescatar a aquellos que manteniéndose en la Fe, el amor y la oración, encuentren en Dios el camino de regreso a la verdadera patria: la Patria Celestial.

Oración dada a los pastorcitos

Oh Dios mío, yo creo, espero, adoro y os amo. Y os pido perdón por todos los que no creen, no esperan, no adoran y no os aman. (tres veces)

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente, y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Alma, Sangre y Divinidad de tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los tabernáculos de la tierra, en expiación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con las que Él mismo es ofendido.

Y por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, te pido por la conversión de todos los pecadores. Amén

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